La niebla es la segunda causa de mortalidad en la carretera. Te explicamos cómo conducir con seguridad cuando la niebla es densa.
¿Cómo conducir de manera segura cuando hay niebla en la carretera?
Durante el invierno se producen menos desplazamientos por las carreteras, pero aumenta la siniestralidad ya que conducir con climatología adversa es más peligroso. Durante esta temporada del año, la niebla es la segunda causa de mortalidad, sobre todo cuando es muy densa y la visibilidad se reduce considerablemente, según la Dirección General de Tráfico. En esos casos es necesario extremar las precauciones al volante.
Usa inteligentemente las luces
A priori, puede parecer que las luces largas son la mejor opción para mejorar la visibilidad cuando hay niebla, pero en realidad producen el efecto contrario porque se reflejan en esta, además de molestar al resto de los conductores. Por eso debes recurrir a las luces de cruce y posición. Si tu coche tiene faros antiniebla, recuerda que solo puedes encenderlos cuando la niebla es muy densa, o sea, si no ves más allá de 100 metros, y debes apagarlos cuando esta se disipa porque podrían deslumbrar a los demás conductores.
Aumenta la distancia de seguridad
Mantener la distancia de seguridad es una medida de precaución esencial cuando la visibilidad es reducida. Recuerda que conducir demasiado cerca del vehículo delantero es peligroso ya que aumenta el riesgo de que se produzca una colisión múltiple. Es mejor que te guíes por la línea continua blanca que se encuentra a la derecha de la calzada, no por el vehículo que te precede porque si el conductor se equivoca, ambos sufrirán un accidente.
Reduce la velocidad
Aunque quieras abandonar lo antes posible ese banco de niebla, no es buena idea pisar el acelerador a fondo pues podrías provocar un accidente. En su lugar, reduce la velocidad para que tengas tiempo suficiente para reaccionar en caso de emergencia. Sigue la regla de las 3V, por ejemplo: si la visibilidad es de 50 metros, conduce a 50 km/h manteniendo una distancia de seguridad de 50 metros.
Evita las maniobras bruscas
Conducir con suavidad te permitirá mantener el control del coche. Por tanto, asegúrate de frenar y acelerar suavemente, sobre todo porque no es inusual que en invierno la niebla llegue acompañada del hielo negro. De hecho, recuerda que frenar de manera suave e intermitente es una buena idea para indicarle tu presencia al conductor que te sigue. A su vez, intenta realizar el menor número de maniobras posible. Si puedes, mantente en el mismo carril hasta que la niebla se disipe. Recuerda que en condiciones de visibilidad reducida los adelantamientos son más peligrosos.
Despeja el vaho del parabrisas
Si las condiciones de visibilidad en la carretera no son las mejores, al menos asegúrate de mantener tu campo de visión despejado. Cuando hay niebla, es probable que los cristales se empañen, por lo que puedes abrir ligeramente las ventanillas para hacer circular el aire exterior o encender el aire acondicionado con la calefacción a una temperatura de 18 o 19ºC y dirigirlo hacia el parabrisas. Es conveniente además que actives los limpiaparabrisas de manera intermitente para eliminar la humedad que genera la niebla sobre el cristal.