¿Cómo manejar los residuos y desperdicios del barco?

Publicado el 16 de Abril de 2023

Te explicamos todo lo que debes saber sobre el manejo de las aguas sucias, aceites y basura que se producen en una embarcación de recreo.  Uno de los principales problemas a los que se enfrentan los propietarios de barcos es el manejo de los residuos y desperdicios ya que estos normalmente no se pueden descargar en el mar ya que representan una fuente de infección y contaminación. En España la orden FOM/1144/2003, con pequeñas modificaciones de la orden FOM/1076/2006, regula todo lo relacionado con el vertido de aguas sucias, restos orgánicos y cualquier otro residuo contaminante procedente de las embarcaciones de recreo. De hecho, esta ley indica que todas las embarcaciones deben estar dotadas de los medios necesarios para evitar los vertidos accidentales de aguas sucias o cualquier otra sustancia contaminante, incluyendo el combustible. 

El manejo de las aguas sucias, aceites y basura

Aguas sucias

Las aguas sucias son las que provienen de los aseos y la cocina de la embarcación, las cuales pueden ser una fuente de infección. Por eso, no se pueden verter en las zonas portuarias, aguas protegidas, bahías y rías. De hecho, la ley indica que toda embarcación con aseos debe tener un depósito de retención con capacidad para el número máximo de personas que puedan ir a bordo. Además, este debe contar con un indicador que señale cuándo el nivel del agua ha superado ¾ de la capacidad del depósito.

No obstante, las aguas tratadas, incoloras y libres de elementos sólidos se pueden descargar dentro de las 3 millas de la costa. Si el agua ha sido desinfectada y ha pasado por una trituradora, se puede descargar dentro de las 12 millas de la costa pero manteniendo una velocidad de más de 4 nudos. Si estas aguas no han sido tratadas, se deben descargar a más de 12 millas de la costa, manteniendo una velocidad superior a los 4 nudos.

Aguas oleosas, aceites y basura

Las aguas oleosas son las que provienen de las sentinas generales y de los motores, las cuales pueden causar una gran contaminación, al igual que los aceites, incluyendo el de cocina, y la basura. Por eso, este tipo de residuos nunca se deben descargar en el agua.

La ley indica que todas las embarcaciones deben tener depósitos a bordo para contener estos residuos, que luego se trasladarán a los puntos limpios que se encuentran de los puertos comerciales. Como norma general, ante las dudas, lo ideal es conservar a bordo todos los residuos, ya sea plástico, vidrio, cartón o metal, en contenedores adecuados que, al regresar a tierra, se deben descargar en los contenedores específicos del puerto. No obstante, para dejar en tierra algunos de estos residuos a veces hay que solicitar el servicio con antelación ya que esta actividad se suele reflejar en la base de datos de recepción de residuos Marpol.

Por supuesto, estas normas se deben seguir al pie de la letra, a menos que sea necesario proteger la seguridad de la embarcación o de las personas que se encuentran a bordo. Además, en caso de que se produzca una descarga debido a una avería de la embarcación, el propietario o patrón está en la obligación de tomar todas las medidas necesarias para detener el vertido o reducir al mínimo la descarga.

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