¿Cómo cuidar los faros de tu coche?

Publicado el 18 de Abril de 2023

Los faros del coche garantizan la visibilidad en la carretera, para evitar accidentes. Descubre cómo mantener los faros de tu coche relucientes.  

¿Por qué los faros se vuelven opacos? 

El plástico con el que se fabrica la protección de las luces del coche está hecho de policarbonato, un material muy moldeable pero también resistente a los impactos y difícil de rayar, que además ofrece una gran transparencia. Sin embargo, este material no es inmune a la degradación. 

El paso del tiempo, unido a acumulación de suciedad y la reacción química que se produce debido a la acción de los rayos ultravioletas del sol terminan haciendo mella en este material, haciendo que su superficie adquiera un aspecto opaco o un color amarillento. Ese cambio de coloración no solo afecta la estética del coche, sino que también puede disminuir la potencia del haz de luz, limitando la difusión de las luces delanteras y afectando tu visibilidad en la carretera. 

¿Cómo pulir los faros del coche?

Cuando se hace referencia al mantenimiento del coche, los faros son los grandes olvidados. Sin embargo, son esenciales para tu seguridad en la carretera, sobre todo en condiciones de escasa visibilidad. De hecho, cuando hay mal tiempo, la niebla es la segunda causa de accidentes en la carretera debido a que limita la visibilidad. Por eso es esencial que mantengas los faros de tu coche en perfectas condiciones.  Te explicamos cómo pulir los faros:

Limpia buen la superficie de los faros

Los faros están muy expuestos, por lo que suelen tener suciedad incrustada. Lávalos a conciencia usando agua, jabón y una esponja suave. Luego protege los bordes de la carrocería alrededor de los faros usando una cinta adhesiva de carrocero.

Lija al agua

Lija la superficie del faro usando una lija de agua de grano grueso (400) para eliminar las irregularidades, los arañazos y el desgaste de la capa superficial. Cuando obtengas una superficie más homogénea podrás usar una lija de agua más fina de grano 1000 y luego 2000. 

Así podrás ir eliminando las irregularidades que crean las lijas de grano más grueso. Las lijas al agua tienen la peculiaridad de que sus partículas se mantienen adheridas al abrasivo y se usan para obtener acabados más finos y un pulido más uniforme. Puedes lijar los faros a mano o con herramientas como un adaptador para taladro o una orbital.

 Si vas a usar herramientas, ten cuidado con la velocidad de rotación y la presión pues podrías dañar el faro de manera irreparable. Cuando termines, limpia con agua.

Pule los faros

Cuando termines de lijar, te darás cuenta de que el acabado no es perfecto. Verás que los faros han quedado con un tono blanquecino, como si estuvieran congelados. Para que adquieran un aspecto translúcido y relucientes tendrás que pulirlos. Aplica la pasta de pulido sobre una esponja o disco de lana y empieza a pulir suavemente realizando movimientos circulares. 

La pasta de pulido contiene micropartículas abrasivas que se encargarán de eliminar las pequeñas irregularidades del lijado, aunque también puedes usar un pulimento líquido con silicona. Notarás que los faros van recuperando su transparencia y brillo.

Aplica un protector o sellador

Al lijar los faros eliminas la capa protectora que tiene el plástico, de manera que es probable que al cabo de unos meses vuelvan a tener el mismo aspecto opaco. Por eso, si quieres un resultado más duradero y un acabado más profesional, tendrás que aplicar un protector o sellador. 

El barniz o sellador crea una capa extra de protección que mejora la resistencia al rayado y los rayos UV. Los kits de restauración de faros suelen incluir este protector, pero también puedes comprarlo de manera independiente. Generalmente se trata de un spray que ofrece un secado rápido y potencia el brillo del plástico.